Historiador: árbol de dudas

Graham Green: "Los historiadores son personas que se interesan por el
futuro cuando éste ya es pasado". 

La investigación histórica es pasión de muy pocos. Esos que la cultivan podrían llamarse raros y hasta excéntricos. El pasado es tan obvio para la gran mayoría… La esencia de la historia apenas si se asoma a la ventana y el colectivo se aferra a ahora con una venda en los ojos. El paisaje se pone negro en esa ventana. Yo prefiero asomarme con los ojos abiertos. Claro, soy un sibarita, un rastreador de huellas. Quiero en algún futuro próximo cambiar esa perspectiva más patológica que masoquista. La gente le tiene miedo a su propio pasado; y si se asoma, no se atreve hacerle preguntas, mucho menos  está dispuesto a enfrentarse a él sin las etiquetas hollywoodenses: estos son buenos, aquellos malos, aquellos patriotas y estos traidores.

            Hoy en la biblioteca de historia de la Fundación Polar (Caracas) recordé la emoción de mis primeras investigaciones universitarias. Uno mide la malicia del tema en el arqueo de fuentes. La velocidad con que dominas las bases de datos. La habilidad de seguir los rastros de una fuente a otra. El anhelo en la duda y no en la verdad. Ya lo digo con mis palabras. Hace diez años lo tenía que hacer en teóricos alemanes, ingleses o franceses. La felicidad de la duda es pura cuando el corazón late no en el dato que consigues... al contrario, lo mejor viene luego: dar con el hilo conductor para que el dato tiemble lo suficiente para que se desvanezca. Si cae, sigue viva la duda; si se mantiene, falta camino por recorrer. 

CAM
Diario Personal
Martes, 15 de abril de 2014

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