“Despertares”. Penny Marshall. 1990


“Lo más increíble de los milagros es que ocurren”. Esta frase del literato británico G. Chesterton no es extraño a lo que pensamos sobre la fe del hombre frente a lo inexplicable. Es normal la sorpresa ante un milagro de cualquier índole. Sin embargo, nunca nos hemos preguntado por las consecuencias inmediatas del hecho prodigioso en sí mismo. Valga la diferencia: una cosa es la fuente del milagro, el misticismo implícito en ello; y otra distinta es la relación del sujeto tocado por la “providencia” que nuevamente se presenta ante la vida. Todo milagro, así como todo lo humano, presenta sus matices.

Quizás algunos digan que el milagro es una oportunidad de vivir, tan fugaz y valiosa, que no deberíamos perder nuestro tiempo en explicaciones científicas y místicas. No dejan de tener razón. Pero es en ese punto donde entra la otra frase: “Los milagros sencillos no existen”. Aquí todo empieza a complicarse. El debate comienza a diseminarse en un sinfín de conexiones éticas que no dejan de ser importantes para todos. Y sobre esa última frase pendula la película Despertares (1990), dirigida por Penny Marshall, con la actuación magistral de Robert De Niro y Robin Williams, y acreedora de tres nominaciones al Oscar.

Basada en una historia de la vida real, Despertares nos presenta a algunos sujetos sobrevivientes a la terrible epidemia de encefalitis letárgica entre 1917 y 1928. Allí los vemos sufriendo la paralización temporal o la que en términos psiquiátricos se denomina esquizofrenia catatónica, donde el cuerpo no responde a ningún estímulo aparente de la realidad. Son como estátuas, dormidas no se sabe a dónde; fantasmas sin vida, que solo tienen el cuerpo para recibir los estragos del tiempo. Lo interesante es comprender qué significa el despertar en todos ellos. El drama que significa tomar conciencia de la existencia luego de treinta años de un profundo sueño. “Hubiese preferido no despertar jamás”, dice el protagonista. Y desde allí, se desata los matices de lo milagroso, tan importantes como la explicación lógica de aquel.


CAM, 2011




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